Los cazas monomotores Yakolev (Yak-1, Yak-7, Ya-9 y Yak-3)
Carlos Fresno Crespo
Ilustraciones:
Janusz Swiatlon
- 32 páginas
- 37 ilustraciones a todo color
- Formato 28 x 24
Carlos Fresno Crespo
Ilustraciones:
Janusz Swiatlon
Cuando el 13 de enero de 1940 el primer prototipo, de un brillante granate, se hizo al aire, con el piloto de pruebas Yulian Piontkovski a los controles, muy pocos podían imaginar que este aparato se iba a colocar a la cabeza de todo el grupo de cazas que participaron en el programa de desarrollo y fabricación más extenso de la historia de este tipo de aparatos. Con una producción de casi 37.000 unidades, que se comenzaron a construir ya desde el primer día de la Operación «Barbarossa» hasta las últimas horas de la guerra, e incluso más adelante, el Yakovlev fue objeto de una gran progresión, en la que sin embargo siempre se mantuvo de forma clara la disposición y el diseño del I-26. De hecho, fue esta limpieza en el diseño la que generó una serie tan formidable, en la que nunca se perdieron –al contrario de lo que había ocurrido con otros tipos de la época– las características esenciales que habían hecho de él un gran avión, de una robustez y sencillez fiable, agradable manejo y maniobrabilidad excepcional.