El North American B-25 Mitchell puede considerarse como el mejor y más versatil de los bombarderos medios que actuaron durante la Segunda Guerra Mundial. Lo curioso es que esta eficiente, dócil al manejo y adaptable a numerosos tipos de misiones, bimotor naciera de una empresa que solotenía experiencia en la construcción de aviones monomotores.
El éxito del Mithcell vino dado por el valioso equipo que compònía la casa constructora. Pocas compañías funcionaron mejor que la North American Aviation, con su presidente y director general John Leland Atwood y vicepresidente del deparatamento de ingeniaría Ray Rice, al igual que un grupo de entusiastas jóvenes, como el especialista en sistemas aerodinámicos Edward Horkey y el ingeniero y piloto de pruebas Alex Burton. Probablemente ninguna otra compañía podría haberse embarcado no en un gran proyecto sino tres a la vez –Mitchell, Mustang y Texan– sin poco más que ofertar que talento y trabajar duro. Como tributo a este espíritu emprendedor, resulta poco asombroso que, a finales de la década de 1950, cuando numerosos pilotos de polimotores y operadores de radar estaban entrenándose en sus aviones Mitchell, la NAA podía alardear, sin exagerar, que había manufacturado más aviones que cualquier otra comañía americana durante la II GM.
En total se construyeron 9.816 Mitchell, cifra no alcanzada por ningún otro bombardero bimotor americano. Sirvió practicamente en todos los frentes en lso que actuó las United States Army Air Forces (USAAF); también sirvió en cantidades significativas en la United States Navy y el US Marine Corps. Fue un componente significativo del programa Lend-Lease Act, siendo suministrado en cantidades importants a la Royal Air Force, la Unión Soviética, Holanda, Australia y Brasil.