N.º 3 OPERACIÓN "FUEGO MÁGICO"
Manuel Gónzalez Álvarez
Tras la sublevación cívico-militar del 18 de julio de 1936, los generales alzados contra el gobierno de la República intentaron abrir distintas vías de suministro para dotarse de armamento y material con el que proseguir la lucha. La opción alemana, pasaba, necesariamente, por ganarse a los responsables del partido nacional-socialista en el poder, para así llegar a su lider máximo –Adolf Hitler–, el único que podría dar el visto bueno a al envío de armas y ayuda militar a los sublevados.
La participación, como emisario del general Franco, de un hombre de negocios germano afincado en Tetuán, de nombre Johannes Bernhardt, fue crucial para el desarrollo de los acontecimientos. Éstos culminarían, a corto plazo, con la respuesta afirmativa del Führer al envío de armas y aviones para colaborar en el paso del Estrecho del Ejército de África; y a la larga, con la formación de una unidad de voluntarios alemanes para luchar junto al Ejército nacional: la Legión Cóndor.