N.º 18 Vehículos acorazados de cuatro ruedas. Wehrmacht
Markus Zöllner
El tratado de Versalles reguló la composición de las fuerzas militares alemanas tras la Primera Guerra Mundial. Según este tratado, el Reichswehr alemán, sucesor del Ejército Imperial Alemán del Kaiser, no podía construir, comprar o poseer ningún tipo de vehículos armados blindados. El material bélico ya existente debía ser destruido o entregado a los países victoriosos. A pesar de estas regulaciones, el tratado pronto fue alterado por el ‘Zusatz von Bologne’, un añadido al tratado que permitía a Alemania encuadrar vehículos, acorazados destinados estrictamente a tareas policiales como control de disturbios. La razón de que estos fueran permitidos fue el descontento político y las numerosas revueltas que se produjeron en 1919. Los vehículos acorazados de la policía apenas tenían capacidad de maniobrar en todo tipo de terreno. Eran vehículos comerciales a los que se adaptaron unas planchas a modo de blindaje, aunque no muy resistentes, y estuvieron disponibles en una pequeña cantidad –esta era tan pequeña que no podía ser usada por el ejército. El más común de estos vehículos acorazados utilizados por la policía fue la pequeña serie de veinte Ehrhardt, , pero, partir de 1932, Daimler-Benz, en la factoría de Berlín-Marienfelde empezó a producir el Machinengewehrkaraftwagen Kfz.13, armado con una MG 13 de 7,92 mm sobre el chasis de un automovil Adler de seis asientos y un motor de 60 cv de potencia. Un derivado del Kfz.13 fue el Kfz.14 Funkkraftwagen; este estaba desarmado pero llevaba una antena abatible. Los Adler Kfz.13 y Kfz.14 se pueden considerar como los primeros Panzerspähwagen a pesar del hecho de que el blindaje solo era efectivo contra armas de infantería de pequeño calibre. Fueron utilizados por los regimientos de caballería y, posteriormente, en destacamentos motorizados de reconocimiento de la Wehrmacht. A pesar de sus limitaciones para el combate, se utilizaron en la campaña de Polonia, en septiembre de 1939.